Son tumores benignos que se presentan generalmente en niños o adultos jóvenes. Estos son de los tumores más frecuentes en pacientes pediátricos.
Dentro de los astrocitomas éste es el de mejor pronóstico. Estos son tumores bien circunscritos que no se diseminan a tejidos vecinos. Se pueden encontrar en distintas localizaciones incluyendo el tallo cerebral, alrededor del sistema ventricular o incluso en el nervio óptico.
n estos pacientes existen causas genéticas en donde hay una anomalía en el ADN que produce que aumente la replicación de las células de manera anormal causando una masa llamada tumor.
Por lo general estos tumores aparecen de manera esporádica en un paciente sin tener una relación hereditaria o familiar.
Existen algunos tumores, menos frecuentes, que si pueden tener una relación hereditaria aunque estos están asociados a síndromes genéticos familiares dominantes. Cuando esto ocurre es necesario hacer una evaluación por el departamento de genética.
Estos tumores pueden estar localizados en distintos sitios del sistema nervioso central, incluyendo el cerebelo, el tallo cerebral o incluso la via visual. Por este motivo los síntomas van a depender del sitio donde crezca el tumor. En términos generales estos pacientes se presentan con náusea y vómitos asociados a dolores de cabeza por la mañana. Si el tumor se encuentra en la vía óptica el paciente tendrá problemas visuales, mientras si el tumor se encuentra en el tallo cerebral puede tener afecciones serias relacionadas con movimientos oculares, fuerza de la mitad del cuerpo, parálisis facial o dificultad para deglutir. Según la localización algunos de estos tumores pueden producir hidrocefalia (obstrucción del flujo de liquido cefalorraquideo) produciendo síntomas graves como somnolencia, nausea y vómitos.
El tratamiento se basa en la cirugía, aunque en los casos con recidivas tumorales puede llegar a ser necesaria la radioterapia.
Cirugía:
La cirugía tiene el propósito de:
– diagnosticar el tipo de tumor enviando una muestra a patología
– resecar o quitar la mayor parte de tumor posible
Una adecuada técnica de microcirugía con profundos conocimientos anatómicos y funcionales son vitales para éxito de una cirugía.
La extensión de la cirugía va depender de la localización del tumor. Se usan diferentes tecnologías para mayor seguridad del paciente. Un análisis preoperatorio con una resonancia magnética funcional puede evaluar la necesidad de establecer protocolos especiales durante la cirugía. En algunos pacientes, cuando el tumor esta muy cerca de algún área crítica, es necesario incluso interactuar con el paciente durante el procedimiento o hacer protocolos de estimulación de la corteza cerebral para garantizar un mejor resultado postoperatorio. El uso de filtros especiales en el microscopio (flourescencia
Quimioterapia (“Quimio”)-
Es importante que el tratamiento un Oncólogo o un Oncólogo Pediatra evalúe el caso para determinar la necesidad de quimioterapia. El uso de agentes biológicos individuales o en conjunto ayudan al control del tumor cerebral y por lo tanto a la sobrevivencia. Estos agentes ayudan a potenciar la radioterapia por radiosensibilización de las células tumorales.
Radioterapia – Radiocirugía (ver video):
La radioterapia funciona con la aplicación muy precisa de altas dosis de radiación directamente en el tumor. Esta radiación se aplica por medio de múltiples haces que convergen en un punto muy preciso al delimitar el tumor.
Esta radiación actúa a nivel de DNA de las celulas tumorales alterándolas para prevenir que se continúen replicando de manera anormal.
Existen 2 modalidades generales para el tratamiento en estos pacientes:
La radioterapia es aplicada por un equipo de especialistas formado por neurocirujano especialista en radioterapia o por un radio oncólogo además de físicos médicos quien en en conjunto analizan el objetivo y evalúan la mejor alternativa de tratamiento.
Escribenos